Traducción del Artículo Original del Dr. Perlmutter
En este momento, en Estados Unidos, más de 6 millones de niños tienen un diagnóstico de TDAH. Creo que es justo decir que el autismo se ha convertido en una epidemia cuando se considera que, en la actualidad, hasta 1 de cada 40 nacimientos masculinos se diagnosticarán en el espectro autista.
Entonces, aparte de esperar que se desarrollen tratamientos efectivos, no hay duda de que debemos preguntarnos qué puede estar causando estos problemas, y si eso se puede determinar, qué se puede hacer para solucionar el problema. Una cosa que se ha apoyado claramente en la investigación es una relación entre lo que sucede en el intestino y el desarrollo de trastornos neuropsiquiátricos como los mencionados aquí. Los problemas intestinales son comunes en el TDAH y se ven casi universalmente en niños autistas.
Ciertamente, el centro y la investigación en estos días es la comprensión de que las bacterias intestinales, parte del microbioma humano, desempeñan un papel muy importante en términos de la salud y función del cerebro. Como tal, los investigadores en Finlandia decidieron explorar la posibilidad de que el cambio del microbioma podría estar asociado con un riesgo reducido tanto para el TDAH como para el autismo.
Su estudio, publicado en la revista Pediatric Research, evaluó a 75 bebés que fueron asignados al azar para recibir un probiótico específico, Lactobacillus rhamnosus, o un placebo durante los primeros seis meses de vida. El estudio luego siguió a estos niños durante los próximos 13 años.
A la edad de 13 años, el TDAH, o espectro autista, se diagnosticó en el 17,1% de los niños en el grupo de placebo y ninguno en el grupo que recibió el probiótico.
La conclusión del estudio declaró humildemente:
la suplementación con probióticos en una etapa temprana de la vida puede reducir el riesgo de desarrollar un trastorno neuropsiquiátrico más adelante en la infancia …
¡Esto es todo un estudio! Los investigadores pudieron demostrar que el solo hecho de recibir una especie específica de un probiótico eliminó virtualmente el desarrollo de TDAH o espectro autista en los niños que recibieron esta intervención. Estoy de acuerdo en que es necesario realizar más estudios, pero incluso este estudio preliminar demuestra el profundo potencial para avanzar en la utilización médica real de un régimen de probióticos para prevenir un trastorno cerebral.
Tenga en cuenta que este estudio se inició hace 14 años en el momento en que los investigadores estaban empezando a conocer la importancia de las bacterias intestinales en relación con el cerebro.
Fin del Artículo.
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