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‘Algún día’ llamó, no contesté

By septiembre 18, 2017No Comments

Algún día’ llamó, no contesté.

Por: Darren Jensen | CEO y Presidente de LifeVantage

Contribución para la revista The Network Marketing Magazine. http://thenetworkmarketingmagazine.com/someday-called-i-didnt-answer-by-darren-jensen/

Deténgame si ha oído este término antes: «libertad financiera«.
En las ventas directas, tendemos a estar en todo. No puede leer una publicación, ir a un evento o conocer a alguien en nuestra industria sin escucharlo. En muchas ocasiones, viene con fotos de carros de lujo, yates o playas (oh, las playas…).

Hablamos de libertad financiera en el desayuno, almuerzo y cena.  Lo exaltamos en convenciones. Nosotros predicamos de esto en nuestros materiales de marketing. Pero aquí está el problema con la forma en que hablamos de la libertad financiera. Defiende un estilo de vida, no una vida. Se trata de un futuro distante -un «algún día».

“Algún día estaré conduciendo un Lamborghini.”
“Algún día tendremos un yate.”
«Y entonces algún día seremos felices y libres.»

Esta manera de pensar sobre la libertad financiera refuerza una creencia falsa que nos han alimentado vidas enteras – que deberíamos trabajar de  12-14 horas al día con la esperanza de llegar a algún lugar, ‘algún día’.

Al igual que la mayoría de las personas en esta industria, me encanta la venta directa porque me ayudó a escapar de ese patrón de la eventual esperanza de conseguir un ascenso o guardar el suficiente dinero mientras trabajo para el sueño de otra persona. En el fondo de nuestros huesos, sabemos que esta forma de vivir y trabajar no es real.

Sabemos que «algún día» nunca llega, porque siempre hay otra promoción, otro punto de referencia y otro nuevo juguete. Es la proverbial zanahoria colgada delante de ti pero nunca alcanzada. Sabemos esto. Sin embargo, eso no nos impide hablar de libertad financiera de la misma manera.

Cuando pienso en la libertad financiera, es acerca de ser capaces de vivir nuestras vidas de la manera que queremos ahora mismo, no como ‘algún día’ futuro distante.

La libertad financiera real no es una cantidad fija de dinero. No es un carro ni mucho menos un yate. No llegamos al final de la vida deseando estas cosas o que hubiéramos trabajado más y más.

La verdadera libertad es vivir la bajo nuestros propios términos. Y es posible hoy.

El error que cometemos es, tal vez, centrarnos demasiado en la primera mitad de la ecuación. No pretendo que la parte «financiera» dentro la «libertad financiera» no exista o que no sea importante. Mi punto es, más bien, que lo dejamos afuera en la la segunda mitad. Cuando digo «libertad», trae una conjunto totalmente diferente de imágenes y símbolos a la mente. Inténtelo. ¿Qué significa la libertad para usted? ¿Un yate? Si es como yo, es probable que esté más cerca de un viaje familiar por carretera o comenzar a trabajar cuando usted quiera.

La familia de uno de nuestros distribuidores estuvo recientemente involucrada en un accidente regresando a casa de un torneo de voleibol. Trágicamente, paralizó a ambas hijas. En privado han expresado su gratitud por esta industria porque les ha ayudado a pagar las facturas médicas exorbitantes, y también les permite tomar los tiempos necesarios para apoyarse los unos a los otros, enfocándose en la curación y crecer de manera más cercana como una familia ante un desafío extremo.

Eso es libertad financiera.

Recientemente hablé con un amigo que trabaja como distribuidor para otra empresa. Un padre de siete niños que varían en edad, desde los diecinueve a uno.  El me dijo en varias ocasiones en que el fuerte vínculo que ha formado con sus hijos es resultado directo de la libertad que creó para pasar más tiempo alrededor de ellos a medida que crecían. Sus hijos
florecieron y sus relaciones se solidificaron porque papá estaba alrededor.

Eso es libertad financiera.

De alguna manera, nuestra interpretación de la libertad financiera se ha unido a la falsa promesa de la sociedad de ricos viviendo en maneras extravagante con más dinero del que saben qué hacer con él. No me malinterprete. Nuestra industria ha creado una manera increíble que permite que salgamos adelante económicamente; para nosotros y para nuestras generaciones venideras. Pero no deberíamos hacer el dinero como el fin en sí mismo. Hay cosas más importantes en la vida, como la libertad actual para vivir en el momento. Y estamos en una posición única con la oportunidad y los medios para ayudar a toda una generación de personas a comenzar a vivir una vida de libertad financiera …ahora mismo.

Tenemos algo verdaderamente que cambia vidas. Mientras el mundo nos grita incesantemente para comprar más porque las cosas nos harán libres, sugiero que nosotros volvamos nuestra atención a lo que realmente significa la libertad. En mi experiencia, todos los libros, cintas de audios y los planes  que prometen hacernos ricos han llevado tristemente a unos poco a que realmente se sienten libres.

Sugiero que si queremos lograr la verdadera libertad financiera, debemos identificar qué es exactamente lo que queremos hacer con nuestras vidas ahora mismo- en esto momento.

Haga una pequeña meta teniendo en cuenta lo que podría ser alcanzable en este momento. ¿Son unas vacaciones familiares? ¿Unas horas extras con la gente que amamos esta semana? ¿Qué tal de no tener que preocuparnos por el pago del supermercado este mes? La libertad no se trata de no tener que trabajar otro día (aunque eso sería agradable). Puede ser deshacerse de la preocupación que viene con la deuda.  Puede venir de tomar decisiones difíciles bien pensadas o ahorrar dinero. El único criterio importante es que basemos la libertad en el momento y en el viaje. No espere por ese «algún día» y termine mirando hacia atrás en su vida con arrepentimientos.

Centrarnos únicamente en el aspecto monetario de la libertad financiera puede atraparnos en una rueda sin fin de hamsters. Sólo algunas horas más, sólo unos pocos fines de semana más, sólo unos pocos cierres más. Si adoptamos esta mentalidad, llegaremos al final de nuestras vidas deseando poder haber pasado unos momentos más con nuestras familias, viajado más o construyendo mejor relaciones. El dinero siempre estará ahí. La libertad no.

Como vendedores directos, mi deseo es que podamos ver las oportunidades reales frente a nosotros. Tenemos el vehículo para ayudar a las personas a vivir más felices y para tener vidas más productivas. ¿Ese tiempo extra tiempo con su familia? ¿Esos viajes? Todas esas relaciones? Podemos tener  conversaciones de valor con personas (y con nosotros mismos) que van más allá de los carros o yates. Podemos determinar lo que realmente importa y ayudar a las personas a lograr un plan personal que les ayude llegar allí.

Por favor, no piense que estoy intentando pintar una imagen demasiado rosada aquí. Todos tenemos metas financieras. Y todos queremos trabajar duro para lograrlas. Creemos en nuestros productos y queremos sacar provecho de ellos. Pero no olvidemos por qué terminamos aquí en el primer lugar. ¿Era el Lamborghini o fue algo más significativo? Solía pasar tiempo valioso preocupándome por la próxima promoción, el próximo proyecto, la próxima tarea o la primera cosa que iba a hacer cuando llegara a la oficina. Y mientras esas cosas no han salido de mi mente, las ventas directas me han dado la oportunidad de apreciar la manera en la que sol golpea mi escritorio o las relaciones en mi vida. Estoy amando el viaje. Sospecho que la mayoría de ustedes sienten -o han sentido- lo mismo.

Es la diferencia entre la carrera de ratas y la satisfacción diaria. Esta es la verdadera libertad.

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